top of page

Paola, 23 años

"

Hoy estoy acá vendiendo praliné porque mi padre está enfermo, él es quien viene todos los días temprano y yo a veces lo acompaño para limpiar el carrito. Este carrito nos costó mucho y la verdad no recuperamos la inversión todavía, pero al menos nos alcanza para comer. Los fines de semana es cuando más se vende y en la semana cuando vienen los chicos a la Isla.

Trabajar cerca del río está lindo, pero ahora en invierno se hace duro porque viene poca gente y pasamos mucho tiempo sin vender y los ingredientes se ponen cada día más caros. Igual no pienso pasar toda la vida acá, yo pienso estudiar y ser abogada algún día.

"

bottom of page